La PROCRASTINACIÓN ( para mañana, en griego) es un fenómeno asociado a la depresión que consiste, hablando entre nosotros, en la vertiginosa necesidad de dejar para mañana lo que tienes que hacer hoy.
El que la sufre directa o indirectamente sabe que,llevada a un extremo, es muy desagradable de padecer, pues el sujeto tiene una tendencia a saltar de una actividad supuestamente urgente a otra intrascendente en el peor momento. Es como una necesidad de salirse de la obligación compulsivamente, un no sometimiento a la disciplina y al poder establecido, es el derecho de huelga del comportamiento en manos de un líder extremista borracho de ideología marxista.
Tengo un amigo que también lo es (como yo ) y, aunque no sea políticamente correcto, ha decidido transformarlo en virtud. Se hace llamar PROCRASTINATOR como si de un súper héroe se tratara y se ha dado cuenta de que un cierto grado de procrastinación es muy saludable para aguantar esta vida tan acelerada que llevamos.
También tengo una amiga que decidió disfrutar de su miopía y ver los problemas sólo cuando estuvieran a su alcance (comprobó que la mayoría de las veces nunca llegaban ).
A mi me da por tocar la guitarra mientras me quedan cinco minutos para llegar a mi boda (y aún no me he vestido) mientras, el mundo me grita con los ojos saliéndose de las órbitas...comprendo que es desagradable para mi entorno pero, por otro lado, estoy convencido de que llegaré tarde a mi entierro.
No sé , ¿qué es un defecto? No saber darle la vuelta a la tortilla es un gran defecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario