Es la falta de la segunda de las cualidades: la aceptación consciente o inconsciente de lo conocido del ser "amado". Es más frecuente de lo que pueda parecer en un principio. Se fundamenta en aquella célebre frase de "te quiero, te adoro, me encanta cómo eres...ya te cambiaré", o el "ya aprenderé a quererl@", que es lo mismo pero a la inversa.
En definitiva, hay algo que no se acepta de la pareja , o viceversa y se espera que, con el tiempo y una caña...pero es algo que se sabe casi desde el principio que no va a cambiar. Y es castrante porque, a medida que avanza la relación, se va intentando extirpar lo que no gusta del otro, en vez de aceptarlo como uno de los defectos o ayudar de verdad a cambiarlo, si se trata de algo objetivamente bueno para lo amado, es decir, algo que lo hará mejorar y crecer como ser humano.
Porque ¿existe el ser ideal sin defectos? y de existir...¿sería pareja de nosotros, seres imperfectos?¿sería siquiera nuestro amigo?
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